Al momento del derrumbe trabajaba como chofer de los mineros.
Su familia quiere mandarle una pelota de fútbol.
La tragedia chilena (y finalmente el milagro) y el fútbol se unen en la persona de Franklin Lobos, un reconocido ex jugador del país trasandino que tuvo un próspero paso por la selección y que al momento del derrumbe trabajaba como chofer de los mineros.
Lobos, uno de los 33 sobrevivientes de Atacama, realizó casi toda su carrera en el país vecino, donde ganó un título con el Cobresal y defendió la camiseta de su selección entre las décadas del 80 y 90.
De hecho, integró el combinado que logró la clasificación para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, si bien después se quedó fuera de la fase final.
Su historia se dio a conocer horas después de que él y sus compañeros dieran señales de vida tras 16 días de incomunicación.
Ya lejos del fútbol, se encargaba de introducir y sacar a las personas de la mina en San José.
Una carta que su hija Carolina enviará en las próximas horas fue dada a conocer por los medios.
"Te quisimos mandar una pelota pero no pasa por la sonda, así que no podrán tener pichanga abajo", relata a su padre.
Luego, en declaraciones a la agencia AFP, Carolina comentó: "Le hacemos bromas y le enviamos muchas energías positivas.
Le contamos lo que ha ocurrido a nivel nacional, le pedimos que esté tranquilo y le decimos que lo estamos esperando".
"Le pedimos que esté tranquilo, que tenga harta fe, y que baje la barriga para que pueda jugar mejor a la pelota", prosiguió, convencida de que Franklin y el resto de los 32 sobrevivientes podrían jugar un partido entre amigos.
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