BOTINERAS CAMBIO LAS PIEDRAS

El "Chengue" abrió una mega discoteca en Las Piedras; Camejo y el "Chispa" sirven los tragos.
Richard Morales desoyó a quienes querían que fuera un empresario más y abrió una mega discoteca, en su ciudad natal.

"¡Nooo! Yo voy a hacer lo que yo quiera".
Así le respondía el "Chengue" Morales a quienes le aconsejaban que agarrara para el lado de los empresarios y se dedicara a ver jugadores.
"Casal, uno u otro, los amigos, la gente del fútbol.
Todos me recomendaban lo mismo; pero si pierdo quiero perder con la mía.
De una vez por todas perder con la mía.
Ya bastante plata perdí en el fútbol por los demás.
Por eso opté por lo que me gusta y por trabajar con la gente que quiero, me da tranquilidad", contó el delantero sobre "Botineras", que es la mega discoteca que abrió sus puertas hace tres fines de semana en Las Piedras.
El "boliche" es propiedad de Morales y de su socio Walter Cervini y por ahora le da trabajo a unas treinta familias.
El lugar era un depósito de un supermercado y ni el "Chengue", que conoce Las Piedras como la palma de su mano, sabía que existía.
Tras una costosa inversión fue transformado en "Botineras Disco Pub".
El local cuenta con tres sectores bien definidos.
Una parte para adolescentes, en la que no se vende alcohol y desde la cual no se puede acceder a la parte de los mayores de 18 años.
Y arriba se encuentra el sector vip donde los que sirven los tragos son Carlos Camejo y el "Chispa" Jorge Delgado.
Cada fin de semana hay tres bandas que tocan en vivo, y el sábado pasado actuó "La Zorra"
"En Montevideo no hay una discoteca como esta", dijo orgulloso el futbolista.
"En Las Piedras hacía falta un lugar así; y es algo de lo que yo tenía idea.
Sé lo que es lidiar con las bandas y con la gente de la noche.
Anduve toda mi vida en la calle, desde los 12 años.
Conozco a la gente y sé quien está para hacer bien y quien para lo contrario.
La inversión fue mucho mayor que lo que me imaginaba.
Sólo nosotros sabemos lo que hemos gastado, lo que hemos trabajado y lo que hemos sufrido.
Por egoísmo de la gente, por maldad.
Algunos vecinos me denunciaron antes de que abriera.
Sin ni siquiera saber lo que iba a haber acá adentro o si iba a haber ruido.
Sin saber si los iba a perjudicar o iba a ser favorable para ellos", contó.
"Y muchos pensaron que había otra clase de cosa atrás.
Hasta en la televisión dijeron que esto era una whiskería.
Yo estaba tomando mate con mi madre cuando lo escuché y me dio una gran tristeza.
Me puse muy mal.
Una whiskería es una cosa totalmente diferente.
Que tampoco es ilegal y en la que nadie le roba nada a nadie; pero no es a lo que yo apunté ni es la inversión que hice acá adentro.
Era para hacerles un juicio por difamarme; pero no quiero tener problemas con nadie.
Lo único que quiero es trabajar tranquilo, como le dije a Carámbula, el intendente de Canelones", agregó.
"Yo antes era más villero, más calentón.
Discutía con la gente y me peleaba, pero con esas cosas nunca gané nada.
Hoy dialogo mucho más, quiero hacer las cosas bien.
Respeto el trabajo de la gente y su necesidad de trabajar.
Acá viene una cantidad de gente a pedirme trabajo.
No se le puedo dar a todos, ojalá pudiera poner un negocio mucho más grande para hacerlo. Hace tres fines de semana que estamos trabajando y todavía no he visto un peso.
Todo lo que entra es para mejorar.
Esto es un proyecto a muchos años, a 10, 15, 20 años.
Ojalá que sea a 50 años y pueda vivir toda mi vida de esto", dijo.
"Le pusimos `Botineras` porque está de moda, por las novelas, por mi relación con el fútbol. Hay madres que se acercan y me dicen que sus hijas no son botineras, pero no se trata de eso.
Simplemente fue relacionar algunas cosas", explicó sobre el nombre del boliche.
Y luego reconoció que la noche de la inauguración estaba más nerviosos que antes de un clásico.
"Estábamos acá, mirando el movimiento que había afuera y deseando que la gente entrara. Fue mucho peor que la previa de un clásico.
Por suerte vino mucha gente.
Y con lo que sondeamos en el Facebook, que hoy en día es un gran termómetro, nos damos cuenta que estamos haciendo las cosas bien, que a la gente le gusta y quiere volver". Por ahora trabajan sólo los sábados, porque aún no tiene la habilitación definitiva; pero en un futuro abrirá viernes, sábados y domingos.
"Sé que los jugadores de fútbol van a venir.
Muchos de ellos ya se han puesto a las órdenes por si queremos hacer beneficios, rifar camisetas o hacer cosas importantes.
Aún no han venido porque están en plena pretemporada, pero sé que vendrán", dijo el novel propietario que no tiene una tarea fija pero se queda toda la noche.
"Muchos vienen a ver cómo es el lugar y me piden para sacarse una foto conmigo.
Quieren ver si el ambiente es bueno porque yo tengo un pasado que para este negocio es malo.
Las veces en que tuve problemas, fue en un boliche.
Y eso me jugaba en contra.
Pero los que vienen se van muy contentos porque ven cómo es el ambiente.
Acá hay mucha seguridad.
Este es un lugar muy céntrico y no queremos fallarle a la gente.
Además hicimos una inversión muy grande acá y no podemos fallar".
El "Chengue" asegura que a pesar de "Botineras" no ha colgado los botines.
"Estoy bien y como ves no estoy gordo.
Me encantaría recibir un llamado de Nacional y que me preguntaran si quiero ir.
Si quiero volver, si quiero retirarme ahí.
Me encantaría, pero ese llamado no llegó y no creo que llegue.
No soy un chupamedias y no ando atrás de nadie.
No les pido nada.
Sé lo que he hecho por Nacional y es mucho más de que lo que han hecho muchos dirigentes y muchos de los que trabajan hoy en el club".