31 julio 2010

HUMILLACION MUNDIAL

Luego de la eliminación en Sudáfrica los jugadores soportaron insultos de todo tipo y el entrenador realizó trabajos forzados.
El régimen de Pyonyanng, más duro que nunca.

No importó el decoroso 1-2 ante Brasil en el debut, tampoco las lágrimas en el himno nacional antes de cada partido.
Los ojos del régimen de Pyonyanng se posaron como dagas en cada gol de las dolorosas derrotas ante Portugal (0-7) y Costa de Marfil (0-3), por eso, luego del fútbol hubo una especie de venganza, donde la humillación y el castigo le ganaron al simple juego de la pelota.
No lo tomó como un juego Pyonyanng, quien al regreso del plantel tras la eliminación en el Mundial de Sudáfrica, preparó una serie de perpetuidades que causaron conmoción en casi todos los países donde se juega al fútbol, menos en Corea del Norte, claro.
Según informó el diario La Reppublica de Italia, los jugadores norcoreanos –salvo Jong Tae-Se y An Yong-hak- tuvieron que estar seis horas parados en la plaza pública como guardias pretorianos y recibieron el insulto de 400 personas que los avasallaron desde temprano.
Además, el entrenador Kim Jong-Hun tuvo que realizar tareas obligadas y forzosas en una cantera de la capital norcoreana.
Cabe destacar que Corea del Norte viajó con un plantel semiprofesional, con un delantero que terminó siendo el tercer arquero y mil extras que hicieron de hinchas en Sudáfrica.
Por eso, es mayor aún la crueldad.

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