Sin García Morales y con un Estebán Batista irreconocible, el representativo de Uruguay perdió 82-62 ante el invicto Brasil y se despidió definitivamente del campeonato Mundial de Turquía 2010.
El partido contra Brasil no era el que había que ganar.
Eso lo sabían todos. De todas maneras, y subráyelo con lapicera roja, los celestes hicieron todo lo que estaba en sus manos y regalaron una de las mejores actuaciones de los últimos tiempos.
Este jueves, sin mucha esperanza, los de Jauri iban contra un equipo fuerte que no había perdido ningún partido en el torneo.
Con tres NBA y un plantel que puede pelear buenos puestos el año que viene en Turquía.
Con los problemas de rotar todo el torneo con solo seis jugadores, la causa del desgaste uruguayo, contra Brasil, Jauri decidió darle más tiempo a Gastón Páez y contar con la presencia de Izaguirre.
Ninguno de los dos anduvo.
Al contrario, el pivot de 2.08 le dio cuatro libres y pelota a los norteños en el segundo cuarto a raíz de una falta técnica.
En el segundo tiempo, Uruguay, que arrancó nueve abajo, tenía una clave que era Mauricio Aguiar.
Con el comienzo del tercer cuarto, los minutos pasaban y la diferencia, a pesar de que no se estiraba mucho, pesaba cada vez más.
Brasil tuvo a la figura de Anderson Varejao, que se despertó en la segunda parte y no paró de marcar y de bailar debajo del aro rival.
El otro que se mostró fino fue João Paulo, el más efectivo del partido.
Esta derrota nos deja sin chances de Mundial, pero el partido ante República Dominicana era el que teníamos que haber ganado.
Pero eso es mirar para atrás y no tiene sentido hacerlo en caliente.
Uruguay hizo las cosas bien y mostró un buen básquetbol.
Hay que aplaudir, aprender de lo que se hizo mal y esperar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario