14 agosto 2009

"HE TENIDO LA FANTASIA DEL REGRESO"

ovaciondigital.com.uy
Víctor Hugo Morales, nació en Cardona y empezó a relatar fútbol en Radio Colonia a mediados de los 60.
Luego "bajó" a Montevideo y en Radio Oriental fue el creador de "Hora 25".
De estilo crítico, confrontativo, publicó el polémico libro "El intruso" y cuestionó a figuras "intocables" de la década del 70, como Washington Cataldi, Miguel Restuccia y Fernando Morena.
En 1981 emigró a la Argentina, donde también se opuso a "pesos pesados" como César Luis Menotti -en su momento de mayor apogeo- y de Julio Grondona.
A Radio Continental llegó en 1986, tras el Mundial de México.

-¿Por qué "chocó" con la radio?
-La crisis ha llevado a un achicamiento del horizonte de todas las radios en Argentina; también de la nuestra.
Paradojalmente en el mejor momento de su programación en los últimos 15 años han llegado gerentes nuevos, internacionales, ya que ésta es una empresa internacional, que naturalmente no tienen por qué dominar la historia de la radio ni mi relación histórica con la radio.

-¿Entonces?
-Y… toman las clásicas medidas de adelgazamiento de la planta y, en nombre de eso, son capaces de arremeter hasta contra aspectos periodísticos que pueden ser sagrados en mi vida; por ejemplo, mi programa vespertino de fútbol (Competencia).
Así que, cuando yo ví cómo venía la mano, pues me queda un año y tres meses de contrato, les he ofrecido que paguen el contrato, incluso con una quita.

-La situación es irreconciliable.
-Lo que pasa es que va a ser duro el tránsito de un año y tres meses conmigo desconforme y cada vez que me toquen un compañero yo salga con una reacción periodística al aire.
No es elegante, ni conveniente, y después de "veintipico" de años de trayectoria me voy a encontrar con que la relación puede tocar fondo.
No creo que haya salida, en la medida que el plan de achicamiento es real y lo vienen a cumplir gerentes de afuera, que no tienen dolor por lo que hacen.

-Trabajo no le va a faltar.
-No tengo ofertas. Trascendió que tengo cinco radios para ir y lo primero que digo es que yo acá tengo muchas dificultades para enrolarme en otros medios.
-¿Por qué?
-Porque yo he sido muy crítico de tanta gente que tiene que ver con el periodismo, que aunque ellos me llamen yo tengo que ver hasta qué punto yo puedo trabajar con determinada gente.
De las cinco radios más importantes que hay en la Argentina, yo no estoy en condiciones de aceptar el trabajo de ninguna.

-¿Y en otros medios?
-De los canales de televisión, sólo podría aceptar el trabajo de uno o dos.
Por eso repito: no estoy especulando con nada.
No es que tenga una oferta, sino que a esta altura de mi vida elijo trabajar en una atmósfera que me agrade, sin tener que cruzarme con compañeros, ya sean o no del fútbol, que cuando los ves venir con cara seria, lo primero que se te ocurre preguntarles no es si les pasó algo en la casa, sino si lo echaron.
Yo no sirvo para trabajar en un mundo así.

-La crisis manda.
-Sí, esto es una consecuencia de cómo está el mundo; pero también es una consecuencia de que, normalmente, cuando las empresas empiezan a tener problemas económicos, piensan en cómo ahorrar gastos y no cómo mejorar los productos y las recaudaciones.
Esta es una radio que está en un momento extraordinario de la programación, con una gran aceptación pública, con un regimiento de audiencia notable en el último año, gracias a los profesionales que se incorporaron.
Sin embargo, nos encontramos con esta situación tan traumática.
-¿Y no hay nada político detrás, ni nguna presión política, por ejemplo?
-No, no, esta es una muy conocida crisis internacional y esta vez no hay más que eso.
Yo sé hay dos oque a ellos (los propietarios de la radio) les han jorobado muchísimo, pero nunca me han dicho nada, y estoy seguro que no hay ningún componente de ese tipo, por más que yo trabajo con una libertad que a veces me asusta: ni yo mismo me pongo frenos.

-¿Qué cosas pudieron haber molestado?
-A mí no me gustan los multimedios y lo digo, sobre todo cuando son muy multimedios.
Un diario, un canal de televisión, una radio, acepto; pero cuando abarcan absolutamente todo se tornan en factores de poder muy pesados, dentro de los cuales no me gusta estar.
Así que no hay un componente político en esto.
A lo sumo, podría ser que sí existiese que me presionen por otro lado para que me caliente.
-¿Cómo visualiza el futuro, entonces?
-¡Qué se yo! ¡Tendré que pegar la vuelta en cualquier momento!
-¡Eeepaaa! ¿Es posible eso?
-Mirá… es difícil, por supuesto, porque entre los dos mercados hay tanta diferencia…pero te digo una cosa: por segunda vez desde el año pasado tuve la fantasía del regreso; porque ya tengo mucho quilombo, mucha pelea… me gustaría irme con el botín, con lo que he juntado y hacer un retiro más tranquilo. Porque… la verdad es que acá estoy peleado con el Grupo Clarín, no trabajaría con De Narváez, que es dueño de una radio y un canal muy importantes, con el gobierno no puedo trabajar porque la parte crítica de mi programa de la mañana ha sido muy irritativa y, por supuesto, ya me sacaron de ahí…
-Igual, para un "Ciudadano Ilustre de Buenos Aires", como lo nombraron, las raíces a esta altura de su vida están ahí…

-Yo diría que no es descabellado pensar en pegar la vuelta.
La anécdota que siempre cuento es que me pasa una cosa increíble en mi vida: hace poco estaba en Madrid con amigos, tenía que volver porque estaba enfermo y dije: `Me tengo que internar cuando llegue a Montevideo`.
Es una cosa graciosísima y curiosísima de mi mente: la referencia de retorno cuando estoy afuera, es Uruguay y es Montevideo.

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