Nuestro fútbol salta de una crisis a otra. Con el tema de la violencia laudado transitoriamente para que el Torneo Apertura llegue a su fin en el correr de este mes, una nueva situación crítica, esta vez nacida en la Segunda División, puede volver a dejar trunco al campeonato. La crisis de la "B" es de carácter económico y tiene poco de nuevo.
La Asociación Uruguaya de Fútbol cumplió su condición de garante en el pago de los salarios mínimos de los jugadores por un total de 3.829.777 pesos.
La deuda generada le corresponde a ocho clubes: el Tanque Sisley, Sud América, La Luz, Plaza Colonia, Progreso, Rentistas, Deportivo Maldonado y el campeón Fénix.
La AUF dio plazo hasta el 11 de diciembre para que los clubes se pongan al día.
Aquellas instituciones que no lo hagan, no podrán seguir jugando ya que se les terminó la garantía.
Pero esto no afectaría sólo a la Segunda División ya que la Mutual de jugadores anunció la semana pasada que si los jugadores no cobran en la fecha indicada, se parará todo el fútbol.
El presidente de la Mutual, Enrique Saravia, declaró a Sports 890 que la decisión "está tomada" y que ayer dialogó con el presidente de la AUF, José Luis Corbo, sobre el tema.
"Hay equipos que sabemos que no van a cumplir (con los pagos) y, sin embargo, siguen jugando", explicó. "Entre los clubes se cubren".
Saravia ejemplificó con los casos de La Luz y Progreso que desde el comienzo de la temporada presentaban serios problemas pero aún así se les permitió disputar el torneo.
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