11 abril 2008

FUERA DE ACÁ

Como quien dice, Mario Leguizamón se hizo él mismo el harakiri. Fue un error demasiado grande haber insultado a la árbitro Silvia Reyes el domingo en el partido con Alianza Atlético. En respuesta y ante el escándalo, San Martín lo sancionó con un multa de un mes de sueldo. Al día siguiente, el uruguayo metió nuevamente la pata y ya no hubo salvación. A manera de defensa despotricó de la prensa y del fútbol peruano, al que calificó de mediocre, siendo él un protagonista del mismo. Entonces, en San Martín ya no lo aguantaron. Ayer, mediante un comunicado, el club anunció que había decidido echar definitivamente a Leguizamón de su equipo. “Sus expresiones críticas respecto al fútbol profesional peruano, no resultan apropiadas y las rechazamos. por cuanto nuestra posición es principista”, dice el comunicado. “La junta directiva en pleno ha tomado la determinación de separar definitivamente de nuestro club al jugador Mario Leguizamón”, concluye. El gerente del club, Alvaro Barco, se negó a declarar al respecto. Nada más dijo que “no tenemos pensado ningún refuerzo para cubrir a Leguizamón”.

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